viernes, 11 de diciembre de 2015

Vomité bilis en la mañana, antes de desayunar, y su sabor amargo me duró hasta pasado el mediodía.
Últimamente han sido días malos. Me acuerdo cuando le decía estas cosas a Rodrigo. No tengo ganas de hablar con nadie, y a pesar de eso he salido con mis amigos desde que terminé el semestre. Creo que ya automaticé la idea (que surgió de la experiencia) de que aislándome no me va mejor, ni me siento mejor.

Quiero cerrar todas mis redes sociales, como en segundo semestre.

No he hablado con la persona en cinco días. Cero comunicación.

Me siento triste.
Soy un fracaso en el amor y en las relaciones.

Me he estado drogando más que nunca y no me siento tan podrida. Tengo el mal presentimiento de que es por la depresión. Lo podrido emocional opaca a lo podrido físico.

Si algo aprendí de esto es que no es suficiente que dos personas se gusten mutuamente, o en el mejor de los casos, que se quieran. Nunca es suficiente.

No supe como manejarte, prdón.

Sabía que era buena idea esperar hasta diciembre, ya no voy a volver a dejar que una emoción intensa y pasajera me domine, lo prometo.

Ahora me quedé sin novio y sin disco.
Creo que sólo  me duele un poquito más haber perdido mi disco.

Buenas noches, por ahora.